
Hoy queremos desmontar tres de los mitos más comunes que escuchamos y ayudarte a comprender cómo la psicología puede ser un recurso valioso en la crianza y el desarrollo personal de tus hijos.
Mito 1: “Si mi hijo va al psicólogo, es porque he fallado como padre o madre”
Este es, quizás, uno de los mitos más extendidos. Muchas madres y padres sienten que buscar ayuda psicológica es una admisión de que no han hecho “lo suficiente”. Sin embargo, esto no podría estar más lejos de la realidad. Pedir ayuda no es un signo de fracaso, sino una muestra de amor, responsabilidad y compromiso con el bienestar de los hijos.
La psicología infantil no está para juzgar a las familias, sino para apoyarlas en los momentos difíciles y proporcionar herramientas que fortalezcan la relación entre padres e hijos. Al igual que llevamos a nuestros hijos al pediatra cuando tienen fiebre o al dentista para cuidar su salud bucal, buscar apoyo psicológico es cuidar su salud emocional.
Además, recurrir a un psicólogo demuestra que estás dispuesto a hacer lo que sea necesario para proporcionar a tus hijos el mejor entorno para crecer. Es un acto de valentía y un paso hacia una mejor calidad de vida para toda la familia.
Mito 2: “Mi hijo es pequeño, no entenderá qué hace un psicólogo”
Es fácil pensar que los niños pequeños no están preparados para comprender lo que significa acudir a terapia. Sin embargo, la verdad es que los psicólogos infantiles están especialmente capacitados para conectar con ellos a través de técnicas adaptadas a su edad. El juego, las dinámicas creativas y las actividades prácticas son herramientas clave que les ayudan a entender y expresar sus emociones de manera segura y efectiva.
Los niños tienen una increíble capacidad para adaptarse y aprender, y un buen psicólogo sabe cómo crear un espacio donde se sientan cómodos y comprendidos. Por ejemplo, a través del juego simbólico, los niños pueden expresar miedos, preocupaciones o conflictos internos que quizá no saben verbalizar. Así, la terapia no solo es efectiva, sino que puede convertirse en una experiencia positiva y enriquecedora para ellos.
En Crece Bien utilizamos métodos como cuentos, actividades creativas y dinámicas grupales que permiten a los niños y adolescentes trabajar sus emociones de forma natural y entretenida. Cada sesión está diseñada para que conecten con sus propias necesidades y descubran herramientas que les ayudarán a gestionar sus emociones y relaciones.
Mito 3: “Ir al psicólogo hará que mi hijo dependa de él para resolver sus problemas”
Uno de los mayores temores de las familias es que sus hijos se vuelvan dependientes de un terapeuta y que, en lugar de aprender a resolver problemas, siempre busquen ayuda externa. En realidad, la psicología infantil busca precisamente lo contrario: empoderar a los niños y adolescentes para que desarrollen habilidades y herramientas que les permitan gestionar sus emociones y conflictos de manera autónoma.
El objetivo de un buen psicólogo infantil no es dar soluciones rápidas, sino guiar al niño para que descubra su propio camino hacia la resolución de problemas. En Crece Bien, trabajamos para fomentar la independencia emocional y social, fortaleciendo la autoestima y la capacidad de tomar decisiones por sí mismos.
Un niño que aprende a identificar y regular sus emociones desde pequeño tendrá más recursos para enfrentarse a los desafíos de la vida adulta. La terapia les ayuda a construir una base sólida que les permitirá afrontar las dificultades con confianza y seguridad.
La importancia de normalizar la psicología infantil
Normalizar el cuidado de la salud mental desde la infancia es un paso esencial para construir una sociedad más empática y equilibrada. Hablar abiertamente sobre la psicología infantil, desmentir mitos y buscar información fiable son formas de demostrar a nuestros hijos que su bienestar emocional es una prioridad.
En Crece Bien, creemos que las familias no deberían sentirse solas en el proceso de crianza. Por eso, ofrecemos un espacio cercano y profesional donde tanto padres como hijos puedan encontrar el apoyo que necesitan. Cada niño y cada familia es única, y nuestra misión es adaptarnos a sus necesidades para ofrecerles herramientas prácticas y efectivas.
Si alguna vez te has sentido inseguro sobre llevar a tu hijo al psicólogo, te invitamos a reflexionar: buscar ayuda no es un signo de debilidad, sino un acto de amor y cuidado. En Crece Bien, estamos aquí para acompañarte en cada paso del camino.
Conclusión:
Romper con los mitos que rodean la psicología infantil es clave para garantizar el bienestar emocional de nuestros hijos. La terapia no es un recurso para casos extremos, sino una herramienta valiosa para todas las familias que desean construir relaciones más fuertes, saludables y felices.