Las navidades son un momento estupendo para pasar más tiempo en familia, compartir, disfrutar, pero también son muchas veces un momento de mayor tensión y conflicto. Los regalos de navidad suelen ser una preocupación habitual entre las familias de nuestros centros, que se preguntan cómo hacerlo de la mejor forma posible.
A lo largo del siguiente os resolvemos las dudas más habituales y os damos algunas ideas para que los regalos no sean un problema sino todo lo contrario.
La carta de los Reyes o Papá Noel puede ser una experiencia fabulosa para que los niños aprendan a tomar decisiones. Para ello es importante limitar el número de regalos que pueden pedir para que él niños pueda decidir cuál quiere más. En el caso de que veamos qué el niño no sea capaz de decantarse por uno u otro podemos ayudarle, por ejemplo, haciendo una lista de ventajas e inconvenientes.
Hay hogares en los que se celebra tanto Papá Noel como Los reyes magos. Entonces, ¿cómo lo hacemos para que no nos juntemos con muchos regalos? Una forma de que las familias gestionen el número de regalos es proponer otros regalos que no sean juguetes, como ir a dar un paseo al parque, ver todos juntos una película… Papa Noel puede ser una gran oportunidad para realizar esta carta ya que tras el día de navidad contamos con varios días festivos en la que podemos disponer de más tiempo para realizar este tipo de actividades. Otra opción puede ser que Papa Noel sea el encargado de traer cuentos y libros, esto ayudará a que los más pequeños se aficionen a la lectura.
Cómo saber cuántos son “demasiados” regalos
No hay una fórmula mágica que nos diga cuántos son “demasiados regalos”. Depende de cada niño y cada familia porque no es lo mismo un niño que solo recibe regalos en navidad que un niño que está continuamente recibiendo regalos, por ejemplo. Sin embargo, las familias podemos comprobar si es conveniente disminuir el numero de regalos. Para ello os propongo observar si sucede algunas de estas situaciones:
- Si nuestros hijos tienen tantos regalos que, hay incluso algunos juguetes que a pesar de que les gustan mucho llevan meses sin jugar con ellos.
- También podemos estar atentos y comprobar si nuestro hijo pierde el interés en un juguete rápido. Por ejemplo, si es frecuente que nuestro hijo use un juguete solo dos días y luego no lo vuelve a coger.
- Es conveniente también estar atento si nuestro hijo o hija recibe un regalo y lo primero que dice es “No me gusta” o “No lo quiero”. Estas situaciones nos puede indicar que nuestro hijo tiene demasiado regalos y que en navidades el numero de juguetes debe ser menor.
Los conflictos en la familia
En casa podemos poner límites al número de regalos pero, ¿cómo gestionar los deseos de la familia extensa (sobre todo cuando es muy numerosa) sin generar un conflicto? Lo principal es buscar un momento oportuno para poder hablar con nuestros familiares, si que los niños estén delante.
Una vez que encontremos el momento apropiado es fundamental expresar cómo nos sentimos, sin juzgar ni echar la culpa a los demás. Frases como “Me siento preocupada porque creo que mi hijo o hija tiene demasiado juguetes y no valora lo que tiene” pueden ser muy útiles.
Es importante también escuchar lo que nos dice, sin juzgarles. En estos casos lo que quiere nuestra familia es que los niños disfruten y pasar un día maravilloso todos juntos.
Por último, expresar lo que nos gustaría y buscar soluciones juntos. Por ejemplo: “Me gustaría que este año mi hijo o hija recibiera menos juguete”.
¿Y si uno de los miembros de la pareja no se pone de acuerdo? ¿Cómo solventar el problema? En primer lugar, es fundamental escuchar sin juzgar a nuestro compañero o a nuestra compañera. Las familias queremos que nuestros hijos sean felices y estén contentos, y queremos darle a nuestro hijo todo lo que podamos. Es importante empatizar con nuestras parejas, ponernos en su lugar sin juzgar ni culpabilizar. Por eso es fundamental evitar frases como “Nuestro hijo no valora lo que tiene por tu culpa”.
Al igual que con nuestra familia extensa es fundamental comunicarnos, decirle cómo nos sentimos y qué nos gustaría, pero sin imponerlo. Le podemos decir que nos sentimos preocupados por que nuestro hijo tiene demasiado regalos y que nos gustaría que este año recibiera menos cosas.
Debemos buscar soluciones con nuestra pareja, de forma que los dos miembros se encuentren conforme con lo decidido. Hacer equipo es esencial.
Gema Fuentes
Psicóloga en Crece Bien