El disfrute de unas merecidas vacaciones en familia puede convertirse en un caos si no se cuidan determinados detalles. En este artículo, presentamos una serie de conductas para que las vacaciones con niños y adolescentes sean eternas…
Primero, ignora por completo los intereses y opiniones de tus hijos. Cuando se trata de planificar el viaje, hazlo sin consultar a los miembros más jóvenes de la familia. No importa cuánto les gusten los dinosaurios o los deportes acuáticos, opta por unas vacaciones de historia medieval en un tranquilo pueblo. Negarles la posibilidad de tener una voz activa en la toma de decisiones puede ser un seguro boleto hacia unas vacaciones desastrosas.
Segundo, programar cada minuto del día. Deja poco o ningún espacio para la espontaneidad. Es importante que te asegures de que todos estén continuamente ocupados, sin oportunidad para relajarse y explorar libremente. No permitas a tus hijos la oportunidad de explorar su curiosidad y creatividad. Un horario rígido y sobrecargado no solo puede generar agotamiento y estrés, sino que también reduce las oportunidades para la diversión no planificada.
Tercero, no establecer reglas claras desde el principio. Permíteles a tus hijos usar sus dispositivos electrónicos durante todas las comidas, ignorar las horas de sueño normales y olvidar por completo las normas de comportamiento que se aplican en casa. Esto podría aumentar la tensión y los malentendidos, llevando a conflictos y frustraciones que podrían evitarse fácilmente con una comunicación clara y reglas consistentes.
Cuarto, evita cualquier momento de descanso y relajación. Convierte las vacaciones en una carrera contra el tiempo, visitando todos los lugares turísticos posibles sin detenerte a apreciarlos. El agotamiento y la sensación de no disfrutar plenamente de la experiencia pueden resultar de esta frenética carrera de vacaciones.
Quinto, olvídate de que las vacaciones son para disfrutar y relajarte. Conviértelas en una competencia de quién hace más o quién tiene las mejores fotos para las redes sociales. Este tipo de actitudes pueden provocar tensión y disminuir la calidad del tiempo en familia.
Sexto, evita cualquier tipo de comunicación y resolución de conflictos. Si surgen problemas o malentendidos, déjalos sin resolver. Esta es una manera infalible de crear un ambiente tenso y desagradable.
Si sigues estos “consejos”, te aseguramos que tus vacaciones en familia serán estresantes, conflictivas y poco satisfactorias. Pero si tu objetivo es, por el contrario, tener unas felices y relajantes vacaciones, te sugerimos que hagas todo lo contrario: incluye a tus hijos en la planificación, permite la espontaneidad, establece reglas claras, descansa, disfruta del momento presente y fomenta la comunicación y la resolución de conflictos. Solo así, podrás disfrutar plenamente de unas vacaciones familiares memorables. ¡Felices viajes familias!