¿Cuánto usamos las pantallas al día? ¿Lo utilizamos para calmar a nuestros hijos e hijas? ¿Qué uso hacemos en casa de la tablet o el ordenador? A lo largo del siguiente texto os contamos cómo regular el uso de móviles y tablet en niños y jóvenes
La tecnología ha llegado para quedarse. Por mucho que lo intentemos, no siempre podemos escapar de ella, por eso adultos y niños podemos aprender a relacionarnos mejor con los aparatos electrónicos. ¿Cuánto usamos el móvil? ¿Lo utilizamos para calmar a nuestros hijos e hijas? ¿Qué uso hacemos en casa de la tablet o el ordenador? A lo largo del siguiente texto os contamos cómo regular el uso de móviles y tablet en niños y jóvenes, y por qué es importante tener muy en cuenta este asunto para evitar problemas a corto y largo plazo.
Según un reciente estudio de la Universidad de Cataluña (UIC), un 44,3% de los niños pasan frente a las pantallas más de dos horas al día en su tiempo libre. Esto, según los expertos que han participado en la investigación, afecta a su descanso y, también, a su salud. Es por esto que familias, docentes y sociedad, en general, debemos caminar hacia un tiempo responsable y saludable de exposición a las pantallas, así como a un descanso saludable y a la práctica de otro tipo de actividades lúdicas relacionadas con una mayor actividad física.
Un 44,3% de los niños pasan frente a las pantallas más de dos horas al día en su tiempo libre.
Y es que, el uso inadecuado de la tecnología (móviles, tablets, ordenadores o consolas) afecta mucho a niños y jóvenes, sobre todo a los más pequeños porque su cerebro está comenzando a desarrollarse para el mundo en el que viven. Veamos algunos ejemplos de aspectos del desarrollo en los que incide y porque es tan importante no usar estos dispositivos a edades tempranas:
- Si el niño tiene que esperar para conseguir un resultado o llegar a la meta, va aprendiendo a aceptar la espera y vivir con ella. Con los aparatos electrónicos esto no sucede así: no tiene que esperar, con lo que cuando tiene que esperar algo (que es bastante normal en la vida) su frustración es muy grande. A mayores tiempos en los que no es necesario, menos lo entrena.
- Su capacidad atencional. Como con las pantallas no es necesario manejar la atención –ya que éstas manejan la atención con sus múltiples funciones y estímulos– pueden hacer que estés largo tiempo atendiendo sin apenas esfuerzo. A la hora de escuchar a los demás o prestar atención en clase, se necesita poner la atención de manera consciente. Si el tiempo en las nuevas tecnologías es mayor, el niño no estará desarrollando esta capacidad.
- El uso del lenguaje. La exposición continua a estos aparatos hace que el desarrollo de su lenguaje sea inferior porque no necesita comunicarse con quienes están alrededor cuando hace un uso de dispositivos electrónicos.
- La demora de la recompensa. Muchos juegos están preparados para dar una gratificación inmediata que hace que el niño se mantenga en la pantalla satisfecho constantemente. Esto crea adicción a través del estímulo continuo, y la van regulando con programas de refuerzo variables.
Uso de tecnología y desarrollo del autocontrol
El uso de aparatos electrónicos interfiere especialmente en el desarrollo del autocontrol; sobre todo si las horas de pantallas son mayores a las horas que dedica el niño a realizar otros juegos que no estén relacionados con la tecnología.
El autocontrol implica: parar para pensar, y después de reflexionar, actuar. Esto en la tecnología no es necesario. Además, cuando jugamos a juegos de este tipo ocurre que cuando fallas, vuelves a comenzar prácticamente sin consecuencias a la falta de autocontrol, a recompensa es constante –con poco que haga– y los aplausos son habituales. El juego dirige prácticamente el esfuerzo del niño. Por esto es importante darle otras experiencias en las que entren en juego otros niños, que implica que no solo tú tomas las decisiones, que tienes que esperar y pensar antes de actuar, contextos en los que se da la frustración ante el no del adulto o del compañero de juego, y el niño tiene la oportunidad de aceptarlo, superarlo y aprender.
¿Cómo gestionar esos momentos más movidos en lugares que requieren más calma o estar más quietos sin recurrir a la tecnología? Todos vivimos estos momentos: la espera en la consulta del médico, la cola cuando hacemos la compra, los viajes en transporte público o en coche… Debemos partir de que esperar forma parte de la vida y que nosotros como padres debemos ser conscientes de ello para poder transmitírselo. Podemos proponerle al niño como reto esperar jugando en su imaginación, inventando un dibujo, jugar con otro niño que está cerca… Esto le llevará a:
- No tener miedo al aburrimiento o a estar parado.
- A pensar y crear ideas para divertirse. Después lo hará para resolver otros problemas de la vida.
- A pensar y reflexionar sin guion, esto solo pasa cuando estás aburrido (incluso a veces así, surgen las mejores ideas).
Un ejemplo que ponemos en las escuelas de padres es que si quieren motivar a sus hijos entiendan cómo lo hacen los videojuegos ya que ¡son muy buenos en esto!
- Dan pasos pequeños para conseguir el objetivo.
- Ponen un objetivo claro y bien definido desde el principio.
- Aumentan los niveles de dificultad poco a poco.
- Recompensan por cosas mas sencillas al principio y luego por grandes éxitos.
Las nuevas tecnologías están, son una realidad, no hay que negarlas y si hay que asumirlas. Son muy buenas herramientas si se utilizan bien: tiempos cortos, sobre todo cuando son pequeños, y si tenemos otras opciones para divertirnos, relacionarnos, aprender. No lo olvidemos: también es clave que en la vida haya opciones para el aburrimiento y para tener que buscar la manera de entretenernos como forma de resolver nuestro malestar.
Recursos para trabajar en casa
A continuación os dejamos algunos recursos que pueden ser de utilidad para que las familias trabajéis la cuestión del uso de la tecnología en casa.
Documental El dilema de las Redes Sociales. Os recomendamos mucho ver este documental (disponible en Netflix) sobre el uso que hacemos de las redes sociales.
Lectura Recomendada: Laberinto de Juegos de Iván Babiano Nieto. Es un libro que pueden leer los niños a partir de los 10 años solos o a partir de los 7 en familia. Narra la historia de un niño que se “mete” en un videojuego de forma real y debe tomar una serie de decisiones para poder salir y volver a casa. Es del tipo “Elige tu propia aventura”, por lo que el éxito está asegurado.
En casos extremos, en los que consideremos que nuestros hijos o hijas tienen un problema de adicción tecnológica, podemos pedir información al centro especializado de Atención a adicciones tecnológicas, situado en la calle Manuel de Falla, número 7, de Madrid. También disponemos del teléfono de ayuda de INCIBE: 017.
Desde Crece Bien hemos organizado una charla online gratuita para familias: “Cómo regular el uso de móviles y tablet en niños”. Será el jueves 26 de noviembre de 18h a 19h. Las plazas son limitadas por lo que os recomendamos que contactéis cuanto antes. Podéis hacerlo en el siguiente enlace.
Para enero de 2021 hemos organizado un curso, tanto presencial como online. Os daremos más datos según se aproxime la fecha. Además, podrá también elegirse si se quiere hacer en individual, en grupo con otros chicos de la misma edad ¡o incluso en familia! Está pensado y diseñado para chicos y chicas de entre 8 a 17 años. Estaremos encantados de responder a todas vuestras dudas.
En Crece Bien somos profesionales con amplia experiencia en inteligencia emocional. Si tienes alguna duda o necesitas alguna recomendación, te animamos a que contactes con nosotros, estaremos encantados de atenderte. Puedes hacerlo en el correo electrónico informacion@crecebien.es o en el teléfono 910002602.
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Nos alegra que estés interesada y vayas a participar. Seguro que es una experiencia útil y enriquecedora. Para reservar sólo tienes que escribirnos a informacion@crecebien.es o llamar al 910002602 y te guardamos la plaza.
Un saludo y de nuevo gracias por tu interés.
A mi hijo le regalamos un móvil a los 11 años para tenerle localizado pues vivíamos en un pueblo en que l@s niñ@s pueden campar a sus anchas, es pequeño y tiene comercios y bares en que nos conocemos todos y pueden pedir ayuda ante cualquier problema. Sí se retrasaba con la hora, su padre y yo nos angustiábamos y decidimos regalarle el móvil por su cumple. Siempre me arrepentiré: el siempre pintaba, hacía figuras recortando y pintando cartón, jugaba con los lego, jugaba al fútbol con sus amig@s o con nosotros, tocaba un pequeño piano, etc, etc Cuando tuvo el móvil dejó casi todas las actividades, echo de menos aquellos muñecos preciosos que hacía con plastelina, sus dibujos, sus naves futuristas hechas con lego, etc Se pasa horas jugando a videojuegos y chateando con sus amigos, continua con el piano pero poco, ni siquiera está en un deporte. El móvil le quitó imaginación, tiempo de estar con su familia, tiempo de sus aficiones y le hizo más irritable. Ya es un adolescente y va teniendo un poco más de control pero tanto él como nosotros perdimos horas maravillosas. Os recomiendo que aguantéis lo más posible antes de comprárselo, cierto que está la presión del grupo, si todos lo tienen es como si le dejaras fuera del círculo. Como solución intermedia un móvil de los que solo hacen y reciben llamadas o mensajes pueden servir para dar tranquilidad a los padres y para que la niña o el niño no se sientan aislados. Hablar con los padres del círculo de amigos para retrasar tod@s la compra del móvil con acceso a internet y redes sociales hasta los 12 o mejor aun , los 13 puede ser otra opción o si el niñ@ es obediente un control exahustivo de las horas de móvil y un control parental para los contenidos -se buscan en Google y son fáciles de instalar y muchos son gratuitos. Yo intenté el control de las horas y de los contenidos pero no lo logré. Se negaba a darme las contraseñas , a que yo viera el móvil e incumplía sistemáticamente los horarios. Incluso yo le escondía el móvil para dosificarle el tiempo de móvil y él lo localizaba llamando desde otro dispositivo. Fuerza y ánimo en la lucha para que vuestros hij@s no se enganchen, si el control empieza desde el primer día que tenga el móvil es mucho mejor porque después será muy difícil si ya se han habituado a usarlo libremente