“Tengo miedo a que os pase algo”

 

La infancia es una etapa llena de descubrimientos y desafíos emocionales. Entre los 8 y los 12 años, los niños están en una fase de desarrollo en la que comienzan a comprender mejor el mundo que les rodea y a enfrentarse a nuevos tipos de miedos y ansiedades. Un miedo común en esta etapa es el temor a que les ocurra algo malo a sus padres. En este artículo, exploraremos las causas de este miedo y proporcionaremos pautas para ayudar a los padres a apoyar a sus hijos.

¿Por qué se produce este miedo?

El miedo de un niño a que le ocurra algo malo a sus padres puede ser el resultado de varias causas:

  1. Dependencia emocional: A esta edad, los niños pueden estar desarrollando un sentido de independencia, pero aún dependen emocionalmente de sus padres. El temor a la separación o la pérdida de una figura de apoyo principal en sus vidas puede generar preocupación.
  2. Exposición a eventos o noticias amenazantes: Los niños pueden verse expuestos a noticias o eventos que hablan de accidentes, enfermedades o tragedias que involucran a otras personas, lo que puede aumentar sus preocupaciones sobre la seguridad de sus propios padres.
  3. Desarrollo cognitivo: A medida que los niños crecen, desarrollan la capacidad de comprender conceptos abstractos como la muerte o la enfermedad, lo que puede llevar a preocupaciones sobre la fragilidad de sus padres y su propia vulnerabilidad.
  4. Ansiedad generalizada: Algunos niños son más propensos a la ansiedad generalizada, lo que los hace preocuparse en exceso por diversas situaciones, incluida la seguridad de sus padres.
  5. Experiencias personales: Experiencias de trauma o pérdida personales pueden aumentar la probabilidad de que un niño desarrolle miedo a que le ocurra algo malo a sus padres.

Cómo ayudar a los niños

Si bien es normal que los niños experimenten miedos y preocupaciones, es fundamental que los padres aborden estas inquietudes de manera adecuada y brinden apoyo emocional. Aquí hay pautas para ayudar a los niños a superar el miedo a que les ocurra algo malo a sus padres:

  1. Validar sus sentimientos: Reconoce y valida los miedos y preocupaciones de tu hijo. Asegúrales que está bien sentir miedo a veces y que estás allí para apoyarlos.
  2. Escuchar atentamente: Anima a tu hijo a hablar sobre sus preocupaciones y escucha con atención. Pregunta qué es lo que les preocupa específicamente y cómo se sienten al respecto.
  3. Explicar la realidad: Asegura a tu hijo que estás haciendo todo lo posible para mantenerse seguro y saludable. Explícales de manera honesta y adecuada para su edad las medidas de seguridad que están tomando como adultos.
  4. Proporcionar información precisa: A veces, los miedos de los niños pueden basarse en la falta de información o en malentendidos. Explica los conceptos relevantes de manera clara y sencilla.
  5. Mantener una rutina: Establece una rutina establecida que ayude a tu hijo a sentirse seguro y predecible en su entorno, lo que puede reducir la ansiedad.
  6. Evitar sobreexposición a noticias alarmantes: Limita la exposición de tu hijo a noticias o eventos alarmantes que puedan aumentar sus miedos.
  7. Fomentar la resiliencia: Enseña a tu hijo estrategias de afrontamiento, como la relajación, la respiración profunda o el pensamiento positivo, para ayudarlos a manejar la ansiedad cuando surja.
  8. Buscar ayuda profesional si es necesario: Si el miedo de tu hijo es abrumador, persistente o interfiere significativamente en su vida diaria, considera buscar la ayuda de un psicólogo infantil que pueda trabajar con ellos.
  9. Fomentar la independencia gradual: A medida que los niños crecen, fomenta su independencia gradualmente para que se sientan más seguros y capaces de cuidarse a sí mismos.

En conclusión, el miedo a que les ocurra algo malo a sus padres es una preocupación común en esta etapa de desarrollo. Los padres pueden desempeñar un papel crucial al validar los sentimientos de sus hijos, proporcionar información y apoyo, y enseñar estrategias de afrontamiento. Si los miedos persisten o se intensifican, la consulta con un psicólogo infantil puede ser beneficiosa para ayudar a los niños a superar sus preocupaciones y ansiedades de manera saludable. Recuerda que el amor, la paciencia y la comunicación abierta son herramientas fundamentales para guiar a los niños a través de estas emociones.