Cuando las actividades extraescolares dejan de ser un espacio de disfrute y aprendizaje para convertirse en una fuente de frustración, muchas familias se preguntan: ¡¿Y ahora qué hacemos?! Si el entrenador o profesor no logra conectar con tu hijo, es natural que surjan preocupaciones sobre su bienestar emocional y motivación. En Crece Bien, sabemos que cada niño es único y que su entorno de aprendizaje debe ser seguro y positivo.
Hoy queremos compartir contigo cinco estrategias clave para abordar esta situación con empatía y eficacia.
¿Cómo saber si hay un problema de conexión entre tu hijo y su entrenador?
Antes de tomar decisiones apresuradas, es importante identificar señales que indiquen que la relación con el entrenador no está funcionando. Algunas pistas pueden ser: ✅ Falta de motivación para asistir a la actividad. ✅ Expresión de frustración o tristeza tras las clases o entrenamientos. ✅ Comentarios negativos sobre el entrenador, como “no me entiende” o “siempre me regaña”. ✅ Cambios de actitud: desinterés, ansiedad o incluso rechazo hacia la actividad.
Si notas alguna de estas señales, es momento de actuar.
5 pasos para abordar la situación con empatía y eficacia
1. Habla con el entrenador de forma amable y colaborativa
En muchos casos, la falta de conexión no es intencional. Los entrenadores manejan grupos grandes y pueden no darse cuenta de las necesidades específicas de cada niño. Antes de asumir lo peor, acércate a hablar con él o ella con una actitud colaborativa. Haz preguntas abiertas: “¿Cómo ves a mi hijo en clase?”, “¿Crees que hay algo que le esté costando?”. A veces, un simple diálogo puede cambiar la dinámica.
2. Comparte información sobre tu hijo que pueda ser útil
Tú conoces mejor que nadie a tu peque. Quizá le cuesta adaptarse a cambios, necesita más refuerzos positivos o responde mejor a ciertos tipos de motivación. Comunicar estos aspectos al entrenador puede ayudarle a ajustar su enfoque y mejorar la relación. Un equipo informado trabaja mejor.
3. Refuerza su autoestima en casa
Independientemente del entorno externo, en casa podemos fortalecer la confianza de nuestros hijos. Recuérdales sus logros, no solo los resultados, sino también el esfuerzo que ponen en cada actividad. Refuerza frases como: “Lo importante es que lo intentes”, “Estoy orgulloso de tu esfuerzo” o “Lo que importa es que te diviertas”. La autoestima es clave para afrontar desafíos.
4. Ofrece recursos para mejorar la comunicación
A veces, los entrenadores pueden beneficiarse de herramientas que les ayuden a conectar mejor con los niños, especialmente en el ámbito emocional. En Crece Bien ofrecemos talleres de inteligencia emocional y estrategias de comunicación para profesionales, padres e hijos. Si ves que el entrenador está abierto a aprender, puedes sugerirle algunas estrategias de comunicación o incluso compartirle recursos que puedan ayudarle.
5. Si es necesario, busca un nuevo entorno
Si tras intentar mejorar la situación, ves que tu hijo sigue sintiéndose infeliz o que el ambiente no le favorece, no tengas miedo de cambiar de actividad o de entrenador. La prioridad siempre debe ser su bienestar emocional. Hay muchas opciones y profesionales maravillosos que sí lograrán conectar con él y hacerle sentir seguro y motivado.
Conclusión: El apoyo de los padres es clave para su motivación
Las actividades extraescolares son espacios donde los niños desarrollan habilidades, socializan y crecen. Si detectamos que algo no va bien con su entrenador, no debemos ignorarlo. Actuar con empatía y comunicación abierta es la mejor estrategia. Tu apoyo es clave para que tu hijo se sienta seguro, motivado y valorado.
Si necesitas herramientas para gestionar este tipo de situaciones, en Crece Bien podemos ayudarte con talleres y acompañamiento especializado. ¡Tu hijo merece un entorno donde pueda brillar! 🌟