La educación emocional empieza en casa

 

La educación emocional no es sólo competencia de los centros educativos, la familia es el pilar fundamental sobre la que debe asentarse dicha educación. Os lo contamos en este texto.

 

La educación de nuestros hijos nos preocupa, o nos agobia, o nos genera confusión. No es fácil educar, pero tampoco es un reto imposible. Una predisposición para querer hacerlo lo más saludablemente posible –y tomar conciencia de su importancia– ya son dos patas sobre las que sostenernos. Para hacer posible lo que parece imposible.

Ahora bien, dentro de la educación entran en juego infinidad de ámbitos: la educación alimentaria, la educación en valores, la educación en cultura, la educación en hábitos saludables, por ejemplo. También la educación emocional, quizás una de las facetas más complejas por las condiciones actuales en torno a la crianza pero también por las mochilas que los adultos llevamos a cuestas. Porque muchas veces es nuestra propia educación emocional la que le pone zanacadillas a la educación emocional de nuestros hijos.

El hogar como primer entorno educativo

El hogar familiar es el primer entorno educativo de nuestros hijos e hijas. Aquí es donde se construyen las primeras relaciones, los primeros vínculos y, por supuesto, las primeras emociones. Los miembros de la familia se convierten en un modelo a seguir, lo que nos debería empujar a analizar nuestras propias habilidades a todos los niveles. También es obligatorio empezar por el entorno familiar porque es en este entorno en el que el niño o la niña va a pasar más tiempo –sobre todo– a lo largo de sus primeros años de vida. ¿Quiero que mis hijos e hijas coman bien? ¿Cómo es la alimentación de los adultos de referencia? ¿Quiero que mis hijos e hijas tengan habilidades sociales? ¿Con qué habilidades cuentan los adultos de referencia? ¿Quiero que mis hijos e hijas vivan de acuerdo a una serie de valores? ¿Qué valores tienen los adultos de referencia? ¿Quiero que mis hijos e hijas aprendan a expresar sus emociones? ¿Cómo las expresan los adultos de referencia?

Quedándonos con la educación emocional, si desde la infancia observan a su alrededor una adecuada gestión emocional, y si le damos la importancia que merece a educar las emociones –al igual que hacemos con el resto de aspectos educacionales–, siempre será más fácil para ellos y ellas alcanzar el bienestar emocional, y mantenerlo al llegar a adultos, porque habrán aprendido a gestionar sus emociones y tendrán las herramientas necesarias para enfrentarse a las dificultades. La clave de la educación emocional es conseguir ser emocionalmente inteligentes. Tal es su importancia que también los centros educativos apuestan cada vez más por la educación emocional de sus alumnos. La ciencia demuestra que no sólo obtienen mejores resultados académicos, además los niños y niñas tienen una mayor capacidad de habilidades sociales y resolución de los conflictos.

No, no debemos negar las emociones (tampoco las nuestras)

La negación de las emociones que nos incomodan o desagradan es un mal de nuestra sociedad moderna. No nos gusta la tristeza, el enfado, la ira o el miedo. Huimos de estas emociones con terror en una carrera hacia delante, y casi nunca pensamos que en realidad son esenciales en nuestra vida. La clave está en saber gestionarlas.

Volviendo al efecto espejo que produce nuestra propia gestión emocional en nuestros hijas e hijos, es importante que nosotros no neguemos las emociones; así como no obligar a nuestros hijos a negarlas. Esto, que suena sencillo, en realidad supone un esfuerzo enorme por nuestra parte. En primer lugar, por nuestra propia mochila emocional (no llores, no puedes estar triste, la ira es mala…), y en segundo lugar, porque para acompañar las emociones de nuestros hijos e hijas necesitamos empatía (y energía).

En Crece Bien somos expertos es emociones. A veces no podemos hacerlo solos porque no tenemos las herramientas –por mucho que hayamos leído y estemos concienciados– o porque no logramos dar con la clave pese a haberlo intentado. Una ayuda extra puede en muchas ocasiones allanar el camino y mejorar el clima familiar y el bienestar de sus miembros.

 


En Crece Bien somos profesionales con amplia experiencia en inteligencia emocional. Si tienes alguna duda o necesitas alguna recomendación, te animamos a que contactes con nosotros, estaremos encantados de atenderte. Puedes hacerlo en el correo electrónico informacion@crecebien.es o en el teléfono 910002602.