Tener información para educar mejor

 

Google se ha convertido en una fuente inagotable de información. Lo usamos cuando no recordamos una fecha, un acontecimiento o un nombre, pero también cuando tenemos dudas acerca de cosas tan cotidianas como recetas de cocina, enfermedades o decoración. También otras relacionadas con los estudios o con el trabajo. Incluso cuando tenemos que llevar a cabo algún trámite, Google nos da la respuesta. ¿Y quién no ha buscado cómo llegar a una dirección que no conocemos? Por supuesto, la crianza y la educación de los hijos no queda atrás en estas búsquedas, y las familias tratan de encontrar información ya desde el embarazo. Preguntas como “Cómo educar a un hijo” devuelven más de 20.000.000 de resultados. Y es que, la crianza y la educación de los hijos es una gran interrogante que no siempre encuentra las mejores respuestas. Hacer uso del sentido común y localizar las fuentes de información adecuadas son claves si queremos educar mejor. También saber cuándo necesitamos ayuda profesional. De ello os hablamos en el siguiente texto. ¿Nos acompañáis?

Más información que nunca

Las familias de hoy tenemos más recursos para educar a nuestros hijos. Esto es un hecho. Estamos en la era de la información, y con tan solo un clic podemos encontrar un montón de recursos y mucha información. Lo difícil es saber seleccionar lo que es útil de lo que no. Actualmente hay artículos, vídeos, webinars, congresos, podcasts… Y es sencillo conocer opiniones y encontrar información, pero discriminar la que es “más fiable” y saber cómo adaptarla a nuestras circunstancias personales no lo es tanto. Es por esto que tenemos que intentar tomar las cosas con cautela. 

Un ejemplo: en internet actualmente se habla mucho sobre el trastorno de Asperger pero este trastorno en realidad ya no se recoge en los manuales de psicología. Es decir, ya no existe. Ese sería un ejemplo de concepto usado que nos debería hacer dudar de que la información recogida en el artículo esté actualizada.

Por otro lado, no sólo es tener más información, si no saber cómo voy a usar esa información en mi contexto, y aquí es donde el sentido común y la orientación de profesionales puede ser de gran ayuda. A veces la mejor solución, es la mejor solución “posible”. Otro ejemplo muy sencillo: una de las técnicas más comunes que encontramos en la red para que un peque deje de realizar una conducta es ignorar dicha conducta, pero esto es algo que no podemos hacer siempre, por ejemplo, sí la conducta es pegar a su hermano.

Una de las mayores preocupaciones que tienen las familias es que sus hijos sean felices, que estén bien y que aprendan a manejar y afrontar el día día.

¿Cómo seleccionar la información? Debemos contrastar siempre la fuente, hay que ver en que medio, qué trayectoria tiene la fuente, y después preguntarnos qué formación tiene la persona que nos da la información y si lo que comenta está basado en evidencias científicas. Todo esto ayuda.

La ayuda de un profesional

Queremos que los niños vayan bien en el colegio y tengan amigos con los que disfrutar y pasarlo bien, traten bien a los demás, que sepan defenderse y reconozcan sus cualidades. Pero, ¿cómo solventamos las dudas y problemas que surgen en la crianza? Además de internet, en la actualidad existen manuales y libros de divulgación que se basan en la evidencia empírica que nos pueden ayudar a solventar diferentes dudas. Ahora bien. Estos libros presentan un lenguaje más sencillo y ameno que un artículo científico; son recomendables y nos dan estrategias para ayudar a los más pequeños en cosas sencillas. Sin embargo, un profesional puede ir más allá, evaluar lo que realmente requiera la familia y darle pautas más concretas a su problemática.

¿Cuándo debemos acudir a un profesional en el camino de la crianza y la educación?

  • Cuando hay un malestar intenso o prolongado en la familia.
  • Cuando el tiempo que pasamos en casa no nos sentimos cómodos, bien porque hay gritos o bien porque hay un silencio incómodo, y sentimos que preferimos estar más tiempo fuera de casa que dentro.
  • También cuando un episodio muy grave nos ha creado un malestar muy intenso.

 

En Crece Bien somos profesionales con amplia experiencia en inteligencia emocional. Si tienes alguna duda o necesitas alguna recomendación, te animamos a que contactes con nosotros, estaremos encantados de atenderte. Puedes hacerlo en el correo electrónico informacion@crecebien.es o en el teléfono 910002602.